
domingo, 21 de marzo de 2010
viernes, 19 de marzo de 2010



BPM, Bits por minuto, latidos por minuto. Sin aguantarse, con el ritmo. El minutero hace correr la pista.Jungle 170bpm, Techno 140bpm, House 120bpm. Eso que prefiero esta entre 60 y 90, ese donde te detienes a escuchar. Ese que te da ritmo y te hace mover la cabeza cuando corres a 120. El latido en el cual se basan todos los latidos del mundo. El bpm del corazón. Escúchalo hermano, es tu pista personal. Nunca dejes de bailar con él. A veces esta detrás, a veces esta frente a ti. Pero nunca dejes de soñar con nuevos sonidos, lograr nuevos bit, nuevos ruidos de motor para mezclarlos con el caos que tienes adentro.Ríe hermano, FM 107.3 Radio Caos, Tu bpm.
miércoles, 17 de marzo de 2010


—Perdone Madame. Esa dama no está desnudándose sino vistiéndose; el caballero que la contempla es su esposo; celebran su vigesimosegundo aniversario y van a salir a cenar con su hijo mayor que es taxidermista. Me deprime que pensara usted maliciosamente de personas tan dignas. Esto corrobora lo que siempre he mantenido: el mal solamente existe en la mirada del que observa; por lo tanto, le agradecería a usted que deje de mirar mis cuadros.
martes, 16 de marzo de 2010

Tú, pequeña, parirás con dolor, llevarás tacones de aguja, te pondrás a régimen, te harás peelings, liftings, y además te tocará hacer la comida; ¡y no he terminado! a ti, pequeño, te he reservado lo peor: los tormentos y las calamidades, los dinosaurios y los volcanes, la guerra atómica, Hitler, la matanza de los indios, el ruido de las lavadoras, los petroleros que naufragan, la miseria, pero sobretodo, sobretodo, las bonitas mamás enfermas.
lunes, 15 de marzo de 2010
domingo, 14 de marzo de 2010
sábado, 13 de marzo de 2010
jueves, 11 de marzo de 2010

Querida Holly, no tengo mucho tiempo.
No literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte: Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda.
Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un hombre queriéndome, Holly, y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: Que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente. Qué suerte he tenido. Tú has llenado mi vida, Holly, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo.
Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.
Posdata: Siempre te amaré.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)